¿Demasiada bondad puede arruinar tu vida amorosa? Esto dice la psicología

¿Por qué las personas más empáticas y generosas a menudo luchan por mantener relaciones saludables? La psicología ofrece una explicación sorprendente: ser una «persona maravillosa» no siempre se traduce en ser una «buena pareja».

La psicóloga española, Silvia Severino, y otras expertas señalan que un exceso de entrega y bondad, aunque bien intencionado, puede generar dinámicas desequilibradas y llevar al desgaste emocional.

La repetición de patrones de sacrificio y complacencia puede ser un camino hacia el agotamiento. Estas son las cinco señales clave que indican que una persona noble está siendo una pareja «pésima» por no cuidarse a sí misma:

• No poner límites: Ser excesivamente amable y complaciente lleva a decir «sí» cuando se quiere decir «no», o a pasar por alto faltas de respeto. Como advierte la psicóloga Sharon Martin, esta falta de límites claros erosiona el espacio emocional propio.
• Evitar los conflictos: Si bien la paz es deseable, el silencio constante ante las diferencias frena la evolución de la relación. Eludir los conflictos impide la comunicación asertiva, el verdadero motor que fortalece los vínculos.
• Idealizar a la pareja: El enamoramiento con «una venda invisible» lleva a ver solo la luz del otro e ignorar su sombra. Esta idealización crea expectativas imposibles que dejan a la persona vulnerable a una profunda decepción, al confundir el amor con una fantasía.
• Querer arreglar a la pareja: Confundir el amor con el «síndrome del salvador» convierte la relación en una misión de rescate o curación. Esta dinámica, aunque nace de la bondad, inevitablemente conduce a la frustración y al desequilibrio emocional.
• Darse en exceso olvidando el “yoâ€�: El exceso de amor y la priorización constante del otro desencadenan el autoabandono. A largo plazo, el resultado es el resentimiento, el vacío y un profundo agotamiento emocional.