por: Edgar Pilca
16/05/2025 | 5:30 pm
Kaboompics.com
El proyecto «The Topography of Tears» de Rose-Lynn Fisher reveló que la morfología de las lágrimas varía según su origen emocional o fisiológico.
Según la investigación, a través de la microfotografía se pudo comprobar que las lágrimas de tristeza o alegría no se ven igual que las causadas por irritación.
Incluso las lágrimas reflejas tienen una estructura particular, a veces similar a un copo de nieve, mientras que las emocionales muestran formaciones ramificadas.
Este estudio impulsó el análisis de la composición de las lágrimas, antes consideradas solo lubricante ocular. Se descubrió que son un reflejo de nuestras emociones, con cada lágrima poseyendo una composición y microestructura únicas, como una «huella dactilar» de los sentimientos, según la Academia Americana de Oftalmología.
Liza Summer en Pexels
Aunque todas las lágrimas contienen agua, sales, lípidos, anticuerpos y enzimas, la proporción varía según el estímulo. Científicamente, se distinguen tres tipos:
Las hormonas liberadas durante las emociones influyen directamente en la composición molecular de las lágrimas emocionales, creando patrones microscópicos únicos.
Lo que parecía una simple función fisiológica es, en realidad, un complejo fluido biológico que refleja íntimamente nuestras experiencias emocionales.