por: María Fernanda Pérez
08/11/2023 | 7:30 am
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Cada vez más mujeres optan por la congelación de óvulos para posponer la maternidad. La llamada «congelación social» se refiere a la criopreservación de óvulos sin necesidad médica.
De este modo, muchas mujeres esperan “engañar” al reloj biológico y embarazarse más adelante, en un momento más adecuado desde el punto de vista profesional, privado o económico.
Desde los 35 años, la fertilidad de la mujer disminuye. Esto no significa que un embarazo no sea posible en los años venideros, pero sí que aumenta la probabilidad de que no todos los óvulos sean fértiles.
El motivo de esto es que las mujeres vienen al mundo con una reserva de óvulos. Al nacer, cada niña tiene entre uno y dos millones de óvulos, y en la pubertad, quedan unos 300 mil, muchos de los cuales nunca maduran.
Solamente unos 400 óvulos maduran durante los años fértiles. Además, lo común suele ser que por ciclo se pueda fecundar un óvulo.
A medida que pasan los años, la mujer se hace más propensa a no ser tan fértil como antes.
Ganar tiempo
El envejecimiento de los óvulos puede detenerse si estos se congelan o se extraen. Allí entra en juego la congelación social, un proceso que se refiere a la criopreservación de óvulos sin necesidad médica, ya que anteriormente, este procedimiento era destinado a mujeres con ciertas enfermedades.
Aunque la congelación social es una opción cada vez más popular, no es una garantía de éxito. A pesar del alto precio y la complejidad del tratamiento, no garantiza un embarazo posterior.
Tras la fecundación de óvulos crioconservados, se consigue un embarazo en aproximadamente el 10% de los casos, según ginecólogas.