por: Jonás Rodríguez
08/11/2022 | 7:30 pm
Pixabay
Recientemente, un equipo de investigadores publicó un estudio en el que «revelan» el mecanismo molecular que da origen al miedo en el cerebro ante determinados estímulos.
En este sentido, señalaron que la molécula clave para el proceso se denomina Cgrp y que la misma permite a las neuronas que están separadas en dos áreas del cerebro, poder agruparse y emitir señales sensoriales amenazantes.
«La vía cerebral que detectamos funciona como un sistema de alarma central (…) Nos emocionó descubrir que las neuronas Cgrp se activan mediante señales sensoriales negativas de los cinco sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto», destacó el autor principal del estudio, Sung Han.
Además, explicaron que la mayoría de amenazas externas implican señales multisensoriales, dependiendo del entorno.
Por ejemplo, en un incendio, la persona es capaz de oler el humo, sentir el calor y ver las llamas, todo esto trabaja en conjunto para poner en marcha el engranaje del miedo.
Anteriormente, se creía que cada sentido transmitía las señales de amenaza de forma independiente, sin embargo, este trabajo determina que aparentemente se trata de un solo camino impulsado por la molécula mencionada.
Para llegar a esta conclusión, los expertos probaron la hipótesis en ratones genéticamente modificados, los cuales fueron equipados con pequeño dispositivo para obtener imágenes de calcio que permitían rastrear la actividad de las neuronas Cgrp.
Posteriormente, los roedores se enfrentaron a estímulos amenazantes, registrando así que la actividad en 160 neuronas Cgrp aumentaba cuando el animal databa estímulos de peligro.
Además, los expertos pudieron determinar que dichas neuronas son necesarias para crear recuerdos referentes a la propia amenaza.
Por último, señalaron que la investigación podría favorecer nuevas terapias para múltiples trastornos relacionados al miedo.
«Los medicamentos que bloquean las Cgrp se han usado para tratar las migrañas, así que espero que nuestro estudio pueda ser un ancla para usar este tipo de medicamento para aliviar los recuerdos de amenazas en el trastorno de estrés postraumático o la hipersensibilidad sensorial en el autismo», concluyó el coautor del trabajo, Sukjae Joshua Kang.