por: Josmeily Yzquiel
17/11/2022 | 7:30 pm
UrbanFisio
En todo el mundo ocurren cerca de 178 millones de fracturas en los huesos al año, ya sea por causas de caídas o lesiones deportivas.
Una manera de aumentar la estabilidad de los huesos es mediante el ejercicio, puesto que algunas investigaciones han demostrado que la actividad física puede promover la mejoría de los mismos e incluso ayudaría a evitar futuras fracturas.
Aunque la mayoría de las personas con lesiones leves se recuperan sin problemas, los diabéticos, los que padecen de osteoporosis o los adultos mayores tienen un mayor riesgo de quedar con alguna discapacidad a causa de una fractura ósea.
En este sentido, al menos un 10% de las fracturas no se curan adecuadamente, y uno de los motivos podría ser porque son lesiones difíciles de mantener unidas o tienen un bajo flujo sanguíneo en el área, todo depende a su vez, de la gravedad de la fractura, el tabaquismo, la obesidad, la edad o si padecen de alguna condición mencionada anteriormente.
Entre los huesos más propensos a curarse de una forma poco adecuada están los de la mano, la tibia y el peroné, y el fémur.
Generalmente, las personas al sufrir este tipo de lesiones mantienen la zona del hueso afectado inmóvil, pero la actividad física puede ser un factor importante en el proceso de curación ya que este lograría garantizar que las fracturas cicatricen correctamente.
Esto se debe a que, al momento de fracturarnos un hueso, el oxígeno y el flujo sanguíneo son extremadamente importantes para ayudarlo a sanar, entonces el ejercicio hace que los vasos sanguíneos se agrandan, lo que permite que fluya más oxígeno, nutrientes y factores de crecimiento hacia el área afectada, además de desencadenar la liberación de una molécula de energía llamada trifosfato de adenosina (ATP).
Mediante un estudio se evaluaron al menos 166 fracturas de tibia tratadas quirúrgicamente, cuyos resultados establecieron que el ejercicio temprano con pesas estaba relacionado con una curación más rápida, incluso en participantes que tenían fracturas de difícil mejoría.
Este proceso se determinó mediante radiografías que mostraban si la fractura se había unido o reparado al pasar por sesiones de ejercicios con peso que la persona podría soportar sin dolor.
Asimismo, un estudio menor comprobó que los pacientes con fracturas que no practicaban el ejercicio con pesas luego de un tiempo determinado tras la cirugía, tenían una pérdida ósea significativa.
No obstante, si se tiene una fractura lo ideal es seguir las indicaciones del médico ya que será quién determine los ejercicios adecuados de acuerdo a la edad, el nivel de condición física y la gravedad de la fractura.