Mantequillas corporales: Beneficios, usos y tipos

Las mantequillas corporales están ganando popularidad debido a sus propiedades altamente nutritivas e hidratantes. Es por ello que en este artículo te contamos por qué deberías incorporarlas a tu rutina diaria. 

¿Qué son?

Son productos para el cuidado de la piel que utilizan principalmente las personas con piel seca durante los meses fríos del año.

Según dermatólogos, son esencialmente emolientes densos que están hechos de aceites vegetales y extractos de grasas ricos en nutrientes.

A diferencia de las lociones corporales que tienen una consistencia fluida a base de gel o crema, las mantequillas corporales están compuestas por ingredientes orgánicos con una consistencia semisólida a temperatura ambiente que protegen los tejidos dérmicos y humectan las áreas resecas de la piel. 

Antes de saber para qué se utiliza la manteca corporal, debes conocer los excelentes beneficios que te brinda:

• Crea una barrera sobre la piel para retener la humedad
• Penetra en las capas profundas de los tejidos para aportar una inmensa hidratación
• Cura problemas importantes de la piel como quemaduras solares, rosácea, erupciones, eczema y psoriasis
• Disminuye arrugas, líneas de expresión, pliegues, patas de gallo y otros signos del envejecimiento
• Proporciona manos y pies suaves, repara la sequedad excesiva en rodillas y codos
• Rectifica pliegues cutáneos y cicatrices de estrías, celulitis.

¿Qué tipos de mantequillas corporales existen?

Karité: Esta manteca corporal se obtiene de la nuez blanda del árbol de karité, originario de �frica. Está repleta de ácidos grasos como el ácido palmítico, el ácido linolénico y el ácido oleico.

Cacao: Se obtiene de las semillas de la planta del cacao. Es una mezcla espesa y cremosa que forma una barrera protectora sobre la piel para retener la humedad. También es beneficiosa para retrasar el envejecimiento de la piel al protegerla contra los daños del sol.

Almendras: La manteca de almendras tiene unas propiedades espléndidas que pueden reparar las zonas secas y dañadas de la piel, además de potenciar la elasticidad de la piel, lo que atenúa la aparición de estrías, celulitis, pliegues y tejidos.