por: Josmeily Yzquiel
14/11/2022 | 7:30 pm
Gaceta Médica
Recientemente, se determinó que el exceso de grasa muscular nos hace vulnerable al contacto con el coronavirus, ya que la grasa funcionarÃa como almacén ideal del virus permitiéndoles alojarse en el cuerpo de los pacientes con obesidad durante más tiempo.
Es decir, el SARS-CoV-2 puede entrar en las células del cuando una proteÃna de su envoltura, la llamada spike o proteÃna S viral se une con la enzima convertidora de angiotensina tipo 2, molécula de la membrana de varios tipos de células humanas.
Esto ocasionarÃa en las personas obesas que las moléculas de membrana en el tejido adiposo aumenten; además se ha podido observar que en los animales obesos la enzima convertidora de angiotensina tipo 2 también aumenta en las células pulmonares.
Esto afectarÃa aún más a las personas, ya que obtendrÃan un mayor número de sitios de unión para el virus y permitirÃa la entrada de partÃculas virales en el epitelio pulmonar.
Aunado a eso, los individuos con sobrepeso padecen de un estado inflamatorio crónico de bajo grado que activa una respuesta inmune local, caracterizada por la movilización de células inmunes productoras de sustancias proinflamatorias.
En este sentido, aumentarÃa la vulnerabilidad de infecciones producidas por el SARS-CoV-2, el cual causarÃa una tormenta de citoquinas empeorando a su vez los sÃntomas.
Por otro lado, la grasa abdominal en los corpulentos no permite el desplazamiento adecuado del diafragma durante la respiración, lo que producirÃa una dificultad que inducen al impulso de infecciones respiratorias.
Debido al sobrepreso se desarrollan condiciones como por hipertensión, aterosclerosis o patologÃas cardiovasculares, además de diabetes y dificultades respiratorias que debilitan el cuerpo y permiten el fácil acceso a un invasor como lo es el causante del covid-19, ya que el alto tejido adiposo servirÃa de refugio al nuevo enemigo.
Un evento peligroso serÃa el momento de expulsar dicho virus, porque traerÃa como consecuencia una tormenta de citoquinas, y una muerte adipocitaria que desarrollarÃa a su vez el sÃndrome del embolismo graso, este activarÃa las probabilidades de sufrir un evento trombótico.
Por consiguiente, el exceso de grasa corporal empeora los sÃntomas de la infección por SARS-CoV-2 e incrementa el riesgo de hospitalización y muerte.