por: Josmeily Yzquiel
24/11/2022 | 8:00 am
La voz
Un reciente estudio indicó que estar un determinado tiempo en la naturaleza se asocia con algunos beneficios para la salud mental y física, incluyendo la presión arterial más baja, reducción de la ansiedad y la depresión, mejor estado de ánimo, mejor concentración, mejor sueño, mejor memoria y curación más rápida.
Los investigadores alegaron que este beneficio se puede observar mediante las amígdalas, ya que estas son una pequeña estructura en el centro del cerebro involucrada en el procesamiento del estrés, el aprendizaje emocional y la respuesta de lucha o huida.
En este sentido, señalaron que a las personas que viven en zonas rurales se les activa menos las amígdalas durante el estrés.
Los investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano decidieron iniciar un estudio mediante imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI).
En el mismo, le solicitaron a 63 voluntarios adultos sanos que completaran un cuestionario, realizaran una tarea de memoria de trabajo y se sometieran a exploraciones de fMRI al mismo tiempo que respondían las preguntas.
Posteriormente, les indicaron a algunos participantes al azar que dieran un paseo de una hora en las áreas urbanas y otros en zonas naturales.
Al finalizar la caminata les realizaron escáneres fMRI a los que recorrieron el bosque y los análisis mostraron que “respaldan la relación positiva previamente asumida entre la naturaleza y la salud del cerebro, pero este es el primer estudio que prueba el vínculo causal”, según explicó la neurocientífica ambiental, Simone Kühn.
Además, notaron una mayor restauración de la atención y más disfrute de la caminata que aquellos que realizaron caminatas urbanas, en quienes la actividad de su amígdala no disminuyó como la de aquellos que dieron paseos por la naturaleza, pero tampoco aumentó.
“Esto argumenta fuertemente a favor de los efectos salutogénicos de la naturaleza en oposición a la exposición urbana que causa estrés adicional”, manifestaron los autores.