por: Yesimar Gerdler
26/09/2021 | 1:00 pm
@blogpsb
La caída del cabello afecta a un número creciente de mujeres y esto se debe, según los expertos, a una combinación de factores propios de la condición femenina, pero también de las sociedades en las que vivimos.
Entre estos se encuentra el estrés, que no solo causa una mayor caída, sino también la aparición prematura de canas, la falta de brillo o la secreción sebácea.
Otros de los factores son los vaivenes hormonales que padecen las mujeres, los malos hábitos, desde una mala alimentación, el tabaquismo y la vida sedentaria. Algunos, como los hormonales, son imposibles de evitar, pero otros pueden prevenirse en mayor o menor medida.
Por ese motivo, hoy te traemos tres consejos para combatir este molesto problema:
Usa productos adecuadas a tu tipo de cabello
Apostar por productos con formulaciones adecuadas específicas para cubrir las necesidades de nuestra melena es fundamental si queremos prevenir (o frenar) la caída y mantenerlo saludable.
Asimismo, cuidar el cuello cabelludo, con masajes regulares, también puede hacer mucho más de lo que pensamos por la salud y la belleza de nuestro pelo, pues estimula la microcirculación y permite que lleguen los nutrientes hasta los folículos.
Evita el abuso de planchas y secadores
Para nadie es un secreto que las planchas, secadores y demás artículos de calor pueden resultar dañinos si se utilizan en exceso.
Por ese motivo, si estas herramientas forman parte de tu rutina, lo más recomendable es aplicar un protector térmico que ayude a paliar sus efectos negativos.
Otros elementos perjudiciales, si no lo hacemos bien y con los implementos correctos, son el cepillado frecuente (con peines o cepillos poco adecuados) las gomas elásticas, la fricción con toallas, etc.
Cuida tu dieta
Al igual que influye en la salud de nuestra piel, lo que comemos también lo hace en la de nuestro pelo. Las dietas muy restrictivas, las que excluyen determinados grupos de alimentos o las que son pobres en vitaminas, no favorecen la salud del cabello.
La recomendación es incluir frutos secos en tu alimentación, al igual que los alimentos ricos en antioxidantes, es decir, los que contienen hierro y zinc.