por: Inés Reyes
12/01/2018 | 5:30 pm
AP
Los veteranos de combate quienes juegan a las cartas en la cárcel del condado de Albany, lucen los mismos uniformes anaranjados que el resto de los reclusos, con la palabra “Inmate” (reo) impresa en sus pantalones.
Sin embargo, reciben un servicio con el cual no cuentan los demás, pues tienen un pabellón especial donde lidian con problemas comunes en la mayoría de ellos, como adicciones y estrés postraumático asociado con sus servicios en las Fuerzas Armadas.
Estos pabellones para veteranos de guerra, son cada vez más comunes en las prisiones de Estados Unidos, donde el sistema judicial está poniendo creciente énfasis en ayudar a los ex-soldados.
Sin embargo, hay muchas probabilidades de que los veteranos presos sufran trastornos mentales, sobre todo estrés postraumático, según datos de la Oficina de Estadísticas del Buró de Justicia.
A nivel nacional, los veteranos representan el 8% de la población carcelaria y hay al menos 86 cárceles y centros de detención que les ofrecen servicios especiales, de acuerdo con estadísticas del gobierno.
El área común del pabellón para veteranos de Albany es un sitio espartano, flanqueado por dos pisos de celdas individuales, que recientemente albergó a una docena de hombres quienes sirvieron en distintas ramas de las fuerzas armadas y en distintas épocas; algunos incluso en la guerra de Vietnam.
El área tiene todo el aspecto de un penal, a pesar de algunos emblemas militares en una pared. La diferencia con el resto de la cárcel es que los veteranos reciben tratamiento intensivo y ayuda de la agrupación sin fines de lucro Soldier On.