por: Yesimar Gerdler
07/09/2019 | 9:00 am
@INTERPOL_HQ
Este sábado, 07 de septiembre, se cumplen 96 años de la fundación de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), la mayor organización de policía internacional en el mundo, con 194 países miembros.
La historia de la Interpol se remonta al año 1914, en el marco del Primer Congreso Internacional de Policía Criminal, celebrado en Mónaco y donde se reunieron agentes policiales, abogados y magistrados de 14 países para discutir los procedimientos de detención, técnicas de identificación y los procedimientos de extradición.
Oficialmente, la organización nació en 1923, con la creación de la Comisión Internacional de Policía Criminal (Icpc), con sede en Viena, Austria, por iniciativa de Johannes Schober, presidente de la Policía de Viena.
Dos años después, la Asamblea General, reunida en Berlín, Alemania, propuso que cada país estableciera un punto de contacto central en el marco de su estructura policial, lo que sería el precursor de la Oficina Central Nacional (OCN).
En 1938, la Icpc dejó de existir como organización internacional a raíz de la deposición del secretario general por parte del ejército nazi.
En 1946, Bélgica lidera la reconstrucción de la organización después del final de la Segunda Guerra Mundial. Tras la aprobación de una constitución modernizada, el organismo pasó a ser la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en 1956.
A partir de ese momento, la organización se convirtió en autónoma mediante la recaudación de cuotas de los países miembros.
Su misión es la comunicación policial para un mundo más seguro, por lo que apoya y ayuda a todas las organizaciones, autoridades y servicios cuyo objetivo es prevenir o combatir la delincuencia internacional.
Debido al papel políticamente neutral que debe jugar, la constitución de la Interpol prohíbe en su artículo 3 cualquier tipo de relación con crímenes políticos, militares, raciales y religiosos.
Su trabajo se centra en la seguridad pública, terrorismo, crimen organizado, tráfico de estupefacientes, tráfico de armas, tráfico de personas, lavado de dinero, pornografía infantil, crímenes económicos y corrupción.
Actualmente la organización tiene trabajando a más de 19 mil personas, entre agentes, militares, abogados, agentes del servicio secreto e ingenieros de sistemas.