por: Inés Reyes
14/11/2017 | 2:10 pm
AP
Los voluntarios cavaron con sus propias manos entre los escombros de los inmuebles derribados por un poderoso terremoto, que acabó con la vida de al menos 400 personas.
El fenómeno ocurrió en la frontera entre Irak e Irán, y casi todas las víctimas vivían en una zona que fue reconstruida desde que concluyó la guerra de la década de 1980.
Según las últimas mediciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs), el terremoto de magnitud 7.3 ocurrido la noche del pasado domingo, tuvo su epicentro a 31 kilómetros (19 millas) de la ciudad de Halabja, en el este de Irak.
Por otra parte, cifras oficiales reportaban 407 muertos, mientras que la agencia semioficial iraní Tasmin, informaba de 445 fallecidos. Sin embargo, aún se desconocen las causas de la discrepancia.
La ciudad de Halabja, es conocida por un ataque químico ocurrido en 1988 con el régimen de Saddam Hussein, el cual causó la muerte de al menos unas 5 mil personas.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, ofreció sus condolencias e instó a los rescatistas y a todas las agencias gubernamentales a hacer todo lo posible para ayudar a los afectados.
Mientras, que el Papa Francisco ofreció rezos por los muertos en Irán e Irak y pidió fuerza para los equipos de rescate que tratan de encontrar a los sobrevivientes.