por: Elena Velásquez
19/12/2024 | 2:00 pm
EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO
Este jueves, 19 de diciembre, la Justicia francesa declaró culpables a los 51 hombres acusados de las violaciones y agresiones a Gisèle Pelicot.
En una jornada histórica, el Tribunal de Aviñón dictaminó que los ciudadanos que fueron señalados de participar en los abusos que sufrió la víctima, a quien su entonces esposo drogó por 10 años para violarla en compañía de otros hombres; son «culpables de distintos delitos».
En este sentido, se conoció que el principal acusado y ex-esposo de Gisèle, Dominique Pelicot, fue condenado a 20 años de prisión por el delito de violación agravada, así como de «tomar imágenes indecentes de su hija, Caroline, y de sus nueras, Aurore y Celine», y de violar a una segunda fémina: la esposa de Jean Pierre Marechal, este último, un hombre que también optó por seguir la macabra estrategia de Dominique de drogar y abusar de su mujer.
Justamente, respecto a las condenas, se supo que el juez encargado del caso consideró que, aunque en su mayoría los otros 50 hombres implicados en las agresiones sexuales contra Gisèle serán procesados por violación agravada, todos recibirán penas menores a las solicitados por la Fiscalía; por ejemplo, Jean Pierre Marechal, para quien se pedían 17 años de prisión, fue condenado a solo 12 años de cárcel, y el resto de las sentencias varían entre tres y 15 años.
Este caso, que causó conmoción en la sociedad francesa, se prolongó durante cuatro meses seguidos luego que Gisèle Pelicot decidiera abrir el juicio al público y a los medios, porque era era necesario exponer a su ahora ex-esposo por haberla drogado para violarla junto a decenas de hombres (que había reclutado vía Internet) mientras ella estaba inconsciente; abusos, que se prolongaron durante una década entera y que, desgraciadamente, no fueron advertidos por los médicos que la examinaron en ese lapso por problemas ginecológicos y pérdida de memoria.
Cabe recordar que, durante el juicio, pese a que Dominique Pelicot admitió los cargos que se le imputaron, los otros 50 condenados, que fueron apodados socialmente como «Monsieur-Tout-Le-Monde» («Señor Cualquiera» en español) debido a que sus edades varían entre 27 y 74 años, y sus condiciones sociales y sus profesiones son tan diversas que incluyen bomberos, guardias de seguridad y camioneros; se negaron a admitir que sus actos fueran una violación, alegando que «se trataba de un juego sexual con un matrimonio libertino» y tenían «el consentimiento del marido».
Ahora, aunque el tribunal ha desestimado todos estos argumentos presentados por los implicados, tal como se estipula en la ley, los condenados tienen un periodo de 10 días para apelar el fallo en su contra.