Chile: Sebastián Piñera pidió perdón y anunció reformas sociales

El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, aseguró haber escuchado «las demandas» de la ciudadanía y anunció varias reformas sociales, al cumplirse cinco días de las protestas masivas en el país, las cuáles ya han dejado un saldo de 15 personas muertas.

El mandatario ofreció las declaraciones durante una alocución televisada en la que afirmó haber recibido «con humildad y claridad el mensaje que los chilenos nos han entregado».

«Es verdad que los problemas se acumulaban desde hace muchas décadas y que los distintos Gobiernos no fueron ni fuimos capaces de reconocer esta situación en toda su magnitud (…) Reconozco y pido perdón por esta falta de visión», señaló.

Entre los principales asuntos de la nueva agenda social de Piñera se encuentran el modelo privatizado de pensiones, el precario sistema de salud y los bajos salarios, aspectos que detonaron las manifestaciones.

Al respecto, el Presidente chileno anunció un incremento «inmediato» en un 20% de la Pensión Básica Solidaria y de otro 20% en el Aporte Previsional Solidario, vías por las que el Estado participa en el sistema previsional chileno, que es de capitalización individual y está administrado por empresas privadas.

De acuerdo a la información suministrada por el mandatario, la iniciativa beneficiará en total a 1,5 millones pensionistas y se unirá a otras medidas de ayuda para las personas mayores de 75 años, para los adultos que no se valen por sí mismos y para complementar el ahorro previsional de la clase media y las mujeres.

Asimismo, Piñera anunció el tratamiento legislativo de «urgencia» de un proyecto de ley para crear un seguro que garantice un techo de gasto en salud en caso de padecer «enfermedades catastróficas» y dos iniciativas para subvencionar el precio de los medicamentos.

Por otra parte, anunció la creación de un ingreso mínimo garantizado de 350 mil pesos (unos 482 dólares) que complemente el salario de los trabajadores a jornada completa cuando sea inferior a esa cantidad, mientras que rebajará las dietas de los parlamentarios y los altos sueldos de la Administración pública.

Finalemnte, el mandatario austral aseguró «querer terminar» con los estados de emergencia, los toques de queda y devolver a los militares a sus cuarteles, pero argumentó que no lo hará «hasta que el orden público, la seguridad y los bienes, tanto públicos como privados, estén debidamente resguardados».