Ecuador avanza en la construcción de cárcel de máxima seguridad al estilo salvadoreño

Ecuador avanza en la construcción de una cárcel de máxima seguridad, inspirada en el modelo implementado en El Salvador bajo la presidencia de Nayib Bukele.

Esta iniciativa responde a la creciente necesidad de controlar y erradicar la narco delincuencia y el crimen organizado que han afectado al país en los últimos años.

El objetivo principal de esta prisión es aislar a los reclusos de alta peligrosidad, líderes de organizaciones criminales y narcotraficantes, para evitar que continúen operando desde el interior de los centros penitenciarios.  

«En ella se encontrarán corruptos, asesinos y narcotraficantes. Este será un símbolo de justicia para los ecuatorianos (…) La lucha en contra del terrorismo y el crimen continúa y no nos detenemos ante los intentos de desestabilizar y distraer los esfuerzos del Gobierno con banalidades», dijo el presidente de Ecuador, Daniel Noboa. 

El Gobierno decidió trasladar el proyecto a la provincia de Santa Elena, en el occidente del país. Esta zona se considera de menor influencia de los grupos narcoterroristas, lo que facilitaría el control y la seguridad del penal.

Se prevé que la cárcel de máxima seguridad de Ecuador albergue a aproximadamente 736 reclusos, quienes serán cuidadosamente seleccionados por su alto nivel de peligrosidad y su vinculación con el crimen organizado. Estos individuos estarán sujetos a un régimen de aislamiento celular y vigilancia constante, con restricciones severas en sus actividades.

La infraestructura de la prisión contará con tecnología de punta para garantizar la máxima seguridad, similar al salvadoreño Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

Se anunció la construcción de seis torres de vigilancia de 9.5 metros de altura, una muralla de nueve metros con seis metros de concreto y tres metros de malla inescalable. Además, dispondrá de módulos de máxima seguridad, áreas de estacionamiento, cocina, lavandería y armería, entre otras instalaciones.

Esta obra forma parte de las promesas de Gobierno de Noboa en su intento por reformar su sistema penitenciario y hacer frente a la grave crisis de seguridad que atraviesa el país.