por: María Fernanda Pérez
03/09/2025 | 9:30 am
@jairmessiasbolsonaro
La Corte Suprema de Brasil inició un proceso judicial de gran envergadura contra el expresidente Jair Bolsonaro y otros siete coacusados por su presunta participación en un complot para revertir los resultados de las elecciones de 2022 y mantenerse en el poder.
La primera jornada del juicio, que comenzó este martes, 02 de agosto, estuvo marcada por el contundente pedido de condena por parte de la Fiscalía y la notable ausencia de Bolsonaro.
En este sentido, el fiscal general, Paulo Gonet, fue categórico al describir la trama, calificándola como una «organización criminal» liderada por Bolsonaro, cuyo objetivo era «desconocer la voluntad popular» y evitar la investidura del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
Según la Fiscalía, el plan incluyó «múltiples acciones» para atacar las instituciones democráticas, culminando en el asalto a las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023.
Además, Gonet reveló que la conspiración contemplaba el asesinato de figuras clave como Lula, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez instructor del caso, Alexandre de Moraes.
La evidencia presentada, que incluye testimonios de 52 testigos, es considerada suficiente para solicitar la condena de todos los implicados, entre ellos exministros y altos mandos militares.
Asimismo, el juez instructor, Alexandre de Moraes, defendió la imparcialidad del proceso y rechazó cualquier intento de obstrucción, en clara alusión a las sanciones impuestas por Estados Unidos a magistrados brasileños.
De Moraes enfatizó que la trama buscaba instaurar una «verdadera dictadura» tras la derrota electoral de Bolsonaro.
Por su parte, el expresidente, que se declaró inocente, no se presentó en la audiencia, por problemas de salud, aunque fue visto desde su residencia en Brasilia saludando con el pulgar arriba a los medios.
Cabe destacar que, el actual presidente, Lula da Silva, se ha mantenido al margen del proceso, aunque ha expresado su deseo de que se respete el derecho a la presunción de inocencia de su rival político.
Lula subrayó que el juicio es un proceso institucional, no una persecución personal, y que confía en que la Corte Suprema juzgará los hechos y las pruebas presentadas.
«Si es inocente, que pruebe que es inocente. Espero que pueda defenderse, porque yo no pude», afirmó al hacer alusión al juicio en el que fue condenado por corrupción y que posteriormente fue anulado por la Corte Suprema.
La segunda jornada del juicio, programada para el miércoles, estará dedicada a los alegatos de las defensas restantes, incluida la de Bolsonaro.
Se espera que la fase de sentencia comience el próximo 09 de septiembre, con el voto del juez instructor y el debate posterior con los demás magistrados.