por: Elena Velásquez
09/01/2024 | 12:00 pm
teletimenews
El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió en que los responsables del intento de golpe de 2023 «deben ser castigados».
Durante el acto «Democracia Inquebrantable», que tuvo lugar este lunes, 08 de enero, el mandatario brasileño rechazó que los simpatizantes de Jair Bolsonaro que estuvieron implicados en el «asalto a la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia»; todavía no hayan recibido una sanción por sus actos, en vista de que los mismos fueron «un intento por quebrantar la institucionalidad del país suramericano».
«Todos aquellos que financiaron, planearon y ejecutaron la tentativa de golpe, deben ser simplemente castigados. No hay perdón para quien atenta contra la democracia, contra su país y contra su propio pueblo. El perdón solo quedaría como impunidad y la impunidad como salvoconducto para nuevos actos terroristas en nuestro país», dijo.
Asimismo, el político señaló que es necesario regular las redes sociales, pues las mismas fueron usadas en aquel momento para esparcir «las mentiras, la desinformación y el discurso de odio» que sirvieron como «combustible» para los sucesos de aquel día.
«Hay quien confunde libertad con permiso para atentar contra la democracia. La libertad no es una autorización para esparcir mentiras en las redes sociales, que pudieron haber llevado a millones de brasileños y brasileñas a la muerte por culpa de un conflicto; la libertad no es la autorización para impulsar la instalación de un régimen autoritario o el asesinato de adversarios», añadió.
En este sentido, Lula da Silva insistió en que perder una elección no es una prueba de «fraudes», pues en su trayectoria política, ha perdido en tres de las seis veces en las que se presentó como candidato; motivo por el que exhortó a los magistrados de la Suprema Corte y al presidente del Supremo Tribunal Electoral, Alexandre de Moraes, «a documentar bien ese proceso y utilizarlo como argumento frente a quienes pretendan sembrar dudas sobre la democracia en Brasil».
Por otro lado, el Jefe de Estado brasileño afirmó que para alcanzar la democracia «plena» es necesario poner fin a las «desigualdades» y señaló que flagelos sociales como el hambre o la dificultad para acceder a la educación son «enemigas de la democracia».
«Un niño sin acceso a la educación no aprenderá jamás el significado de la palabra democracia; un padre o una madre de familia empuñando en un semáforo un cartel con el escrito ‘una ayuda, por el amor de Dios’, tampoco sabrá lo que es la democracia (…) Ahora, es preciso avanzar cada vez más hacia la construcción de una democracia plena, una democracia que se traduzca en igualdad de derechos y oportunidades, que promueva la mejora en la calidad de vida», expresó.