por: Elena Velásquez
27/04/2025 | 9:30 am
Tiziana Fabi/AFP
El vicario apostólico de Arabia meridional, monseñor Paolo Martinelli, aseguró que el fallecido Papa Francisco marcó un hito en el diálogo interreligioso.
A juicio del franciscano capuchino, el Sumo Pontífice hizo una «enorme contribución» al resaltar, cada vez que pudo, «lo bueno del diálogo entre personas de distintas confesiones».
«El dolor, el sufrimiento que estamos viviendo en estas horas por la conclusión de la misión terrena del Papa Francisco es ya un primer testimonio de la importancia de su pontificado, de sus gestos, de su magisterio (…) El documento sobre la ‘Fraternidad humana’ es un texto único y profético que marca un nuevo capítulo en la historia del diálogo interreligioso», señaló en entrevista para Vatican News.
Respecto a ello, recordó que el viaje del Santo Padre a los Emiratos Árabes Unidos y la firma del «Documento sobre la fraternidad humana» fueron un par de puntos históricos para el mundo entero, pues fue la primera vez «que un documento fue firmado conjuntamente por el jefe de la Iglesia católica y la máxima autoridad del Islam sunita (el gran imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyib)» y, además, marcó un sendero para el entendimiento entre ambas creencias.
«Su contenido es verdaderamente profético porque empuja el diálogo interreligioso no tanto al nivel de una confrontación doctrinal, que también sigue siendo importante, sino para que las religiones trabajen juntas para promover el bien de la humanidad, para promover precisamente una sociedad más humana, más fraterna, defendiendo la dignidad de cada hombre, de cada mujer, condenando radicalmente toda violencia hecha en nombre de Dios, como una traición a la auténtica experiencia religiosa», explicó.
Asimismo, monseñor Martinelli recuerda que la fraternidad y la amistad social fueron dos principios ampliamente defendidos por el Papa Francisco que, para subrayar su sentir, publicó la «Fratelli tutti» en 2020 que, a juicio del vicario apostólico, es una «petición fundamental de Dios de que todos nos tratemos como hermanos y hermanas, reconociendo la infinita dignidad de cada persona».