por: Elena Velásquez
30/07/2019 | 11:02 am
@larepublica_pe
Un motín registrado en el Centro de Recuperación Regional de Altamira, cárcel de Brasil, ubicada en el estado amazónico de Pará, dejó un saldo de 52 reclusos fallecidos.
De acuerdo a la información oficial divulgada por la Superintendencia del Sistema Penitenciario de la entidad (Susipe), el hecho se originó como un enfrentamiento entre dos grupos criminales, llamados «Comando Vermelho» y «Comando Clase A», los cuales hacen vida dentro del recinto.
Las autoridades penitenciarias aseguraron que la situación violenta inició luego que dos detenidos, pertenecientes a una de las bandas, ingresaran a un área del penal que es controlada por el otro grupo delictivo para crear un incendio.
De las víctimas fatales de este incidente, 16 fueron decapitadas, lo que ha causado conmoción en la población brasileña; además, otros reclusos resultaron heridos y dos agentes encargados de la custodia del penal fueron tomados como rehenes.
Ante esto, el gobernador del estado de Pará, Helder Barbalho, dio la orden para trasladar a 46 reclusos, entre ellos 10 de los «líderes» de ambas bandas, hacia varios recintos penitenciarios de máxima seguridad del país.
Este tipo de situaciones, se ha convertido en un factor recurrente en los centros penitenciarios de Brasil y, generalmente, se producen por la disputa entre bandas, por el control de la propia cárcel y de las rutas de distribución de estupefacientes.