Rusia se retira formalmente del acuerdo de plutonio con EE.UU

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio el paso definitivo para formalizar la ruptura de un crucial acuerdo de desarme nuclear con Estados Unidos, al promulgar la ley que denuncia el acuerdo intergubernamental para la gestión y eliminación de los excedentes de plutonio de uso armamentístico. La medida, que pone fin a un pacto bilateral clave en la reducción de arsenales, ya había sido suspendida previamente, pero ahora se formaliza su abandono total.

El acuerdo, suscrito originalmente en el año 2000 y ratificado una década más tarde, obligaba a ambas potencias nucleares a eliminar cada una 34 toneladas de plutonio consideradas excedentes para programas militares. Con la ley promulgada este lunes, Rusia no solo denuncia el acuerdo principal, sino también todos los protocolos adjuntos que regulaban aspectos esenciales como la financiación y la responsabilidad civil por posibles daños.

La decisión de denunciar el acuerdo había recorrido su curso legislativo en las últimas semanas, siendo aprobada por la Duma (cámara baja) y el Senado ruso. Un indicio de este desenlace lo dio a principios de mes el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, quien afirmó que se estaba «planteando el fin del proceso de cooperación con los estadounidenses en el marco de este acuerdo incluso desde el punto de vista formal.»

Aunque el acuerdo había sido suspendido previamente mediante un decreto presidencial y una ley federal a raíz de las sanciones impuestas por Estados Unidos en apoyo a Ucrania tras el inicio de la guerra en 2022, el Kremlin ha citado múltiples razones para su denuncia formal.

La parte rusa no solo apunta a las hostilidades diplomáticas y las sanciones, sino que también alega que la suspensión se debió a la intención de EE.UU de modificar el procedimiento de disposición de plutonio sin el consentimiento de Moscú.

El Kremlin había dejado claro que la reactivación del acuerdo estaba condicionada al cumplimiento de una serie de exigencias rusas, que incluyen el levantamiento de las sanciones, la compensación por daños y perjuicios, y una significativa reducción de la infraestructura militar de los países que se han incorporado a la OTAN después del 1 de septiembre del año 2000.