por: Edgar Pilca
22/06/2023 | 10:00 am
Archivo
Se agotan las esperanzas y se acaba el tiempo para encontrar a ‘Titan’, un submarino de compañÃa estadounidense Ocean Gate con cinco personas a bordo que descendió el pasado domingo, 18 de junio para ver los restos del Titanic y que está desaparecido en aguas del Atlántico.
De acuerdo con los últimos reportes, en la mañana de este jueves el oxÃgeno se habrÃa acabado. Por lo tanto, sin el soporte vital, las probabilidades de sobrevivir son escasas.
No obstante, las autoridades continúan la búsqueda para hallar la nave y mantienen la esperanza de rescatar con vida a sus ocupantes.
Reino Unido incorporó a un submarinista de la Marina al rescate, mientras que el sumergible francés VÃctor 6000 llegó a la zona de búsqueda para ver en tiempo real lo que hay en el fondo del océano y brindarle más detalles a los rescatistas.
Armadas de Estados Unidos y Canadá, agencias navieras, empresas comerciales de alta mar, robots submarinos, buques de apoyo y aviones de vigilancia colaboran en la operación de rescate, que lleva ya cuatro dÃas.
El miércoles, 21 de junio, la Guardia Costera de Estados Unidos confirmó que detectaron sonidos en intervalos de unos 30 minutos en el área donde buscan al submarino turÃstico desaparecido. Estos ruidos fueron analizados por expertos para los planes de búsqueda.
¿Cómo se perdió ‘Titan’?
El submarino, que pertenece a la empresa privada OceanGate Expeditions, perdió desde el domingo, 18 de junio, toda comunicación y se cree que está sumergido en aguas frente a la costa canadiense.
A bordo se encontraban: el explorador británico Hamish Harding, el empresario paquistanà Shahzada Dawood con su hijo Suleman, el investigador francés Paul-Henri Nargeolet, y Stockton Rush, fundador y director ejecutivo de OceanGate.
El sumergible mide 6 metros, tiene controles rudimentarios y poco espacio para que sus pasajeros puedan moverse. Las autoridades informaron que la tripulación habrÃa comido de manera limitada.
Los cinco ocupantes pagaron unos 250 mil euros por bajar y ver los restos del barco, un aventura que para muchos puede resultar mortal.