por: Inés Reyes
05/09/2017 | 9:15 pm
Pixabay - Imagen referencial
Las sondas espaciales Voyager son probablemente los artefactos humanos que han emprendido el viaje más increíble de todos los tiempos.
Sin embargo, ambas aparecen en cualquier libro de texto ya que son los objetos humanos más lejanos y en su historial está haber explorado por primera vez planetas gigantes y lunas exóticas.
Desde 2012, y por primera vez en todos los tiempos, una nave, la Voyager 1, surca el espacio interestelar, el «hueco» que hay entre las estrellas de la Vía Láctea.
Desde este martes, la Voyager 1 es, junto a la Voyager 2, lanzada el 20 de agosto de 1977; una nave con 40 años de historia. En ese tiempo ha batido récords y ha hecho innumerables descubrimientos.
Su épico viaje la ha convertido en un icono esencial de la exploración espacial, y su historia inspira a generaciones de astronautas,científicos y apasionados. A pesar de su vetusta tecnología y de estar a decenas de miles de millones de kilómetros de la Tierra, las Voyager 1 y 2 siguen explorando y cosechando ciencia.
El investigador principal M. Krimigis, reconoció sentirse afortunado por el hecho de que las naves hayan durando tanto tiempo.
«Si alguien me hubiera dicho por entonces que, después de 40 años, las naves iban a estar funcionando, le hubiera dicho que estaba loco», señaló M. Krimigis.
Es importante agregar, que el mayor logro de la misión ocurrió en 2012, cuando la Voyager 1 hizo historia y atravesó una región llamada heliopausa, que es el límite a partir del cual el viento solar deja de tener influencia.
Krimigis y otros investigadores descubrieron que en esa región el espacio no es tan tranquilo como se pensaba. Han detectado interesantes perturbaciones y «tsunamis» de energía, cuyo comportamiento es aún un enigma.
Además las Voyager fueron las primeras en descubrir volcanes activos más allá de la Tierra, en Ío, la luna de Júpiter. Obtuvieron pruebas de que hay un océano subterráneo en Europa; otro satélite de Júpiter y analizaron de cerca Titán, una exótica luna de Saturno, cuya atmósfera está cargada de nitrógeno como la terrestre que hoy en día se sabe que podría albergar vida basada en hidrocarburos.
Actualmente, las Voyager siguen viajando hacia el espacio insondable. Pasarán siglos hasta que salgan de la nube de Oort, la última frontera del Sistema Solar y decenas de miles de años hasta que pasen a más de un año luz de la estrella más próxima.
Para Krimigis, lo más importante de las Voyager es que expandieron los horizontes de la humanidad.
«Cuando te das cuenta de lo aislados y solos que estamos, ves lo preciosa que es nuestra nave espacial, la Tierra, y lo importante también que es protegerla», puntualizó.