por: Edgar Pilca
11/07/2024 | 12:00 pm
Archivo
A una semana del desastre por las lluvias tras el paso del huracán Beryl, los afectados en Cumanacoa (Sucre) exigen soluciones.
Según medios locales, «la pestilencia de las aguas negras mezcladas con el barro recorre varios sectores» del poblado, por lo que los trabajadores y pobladores de la zona deben permanecer con mascarillas.
«Aquí mucha gente lo perdió todo y hay sectores en los que la ayuda no llega. Necesitamos soluciones reales, no paños de agua tibia», indicó Yelitza Gómez, habitante de Cumanacoa.
Aunque el gobierno venezolano prometió recuperar el pueblo y entregó toneladas de alimentos, medicinas, agua potable y otros enseres, los afectados temen que no sea suficiente.
«La gente está cansada, quiere botar todo, dejar todo tirado e irse. No han podido resolver mucho y están preocupados porque se repita el suceso porque ha seguido lloviendo», agregó otra residente afectada.
En ese sentido, muchos pobladores recuerdan las promesas del ejecutivo en 2012, cuando Cumanacoa sufrió graves daños tras las lluvias causadas por el paso de la tormenta tropical Isaac.
Pese al desánimo por la desidia y la desatención estatal, muchos unen fuerzas por remover el barro, escombros y se organizan para distribuir la ayuda que ha llegado, en su mayoría, por parte de empresas privadas y organizaciones no gubernamentales.
«Mucha gente ya necesita antimicóticos, porque ya tienen hongos en los pies, hongos en las manos, ampollas», detalló Franco Rodríguez, voluntario en el pueblo.
Hasta la fecha, organizaciones y asociaciones civiles reciben donativos para los afectados de Cumanacoa, donde seis personas murieron, más de 20 mil familias resultaron afectadas y el 90% del comercio en general quedó devastado por la tragedia.