por: MarÃa Fernanda Pérez
19/10/2025 | 1:30 pm
Abraham Tovar
La Iglesia venezolana y la Congregación Siervas de Jesús están de júbilo. La Madre Carmen Rendiles MartÃnez, mujer de fe forjada en la obediencia a pesar de un espÃritu inicial «peleón» y obstinado, fue elevada a los altares junto al Dr. José Gregorio Hernández, en una ceremonia que marcó un hito para la nación.
La vida de Carmen Elena Rendiles, nacida en Caracas en 1903 sin su brazo izquierdo, es un testimonio de superación y devoción.
Su condición fÃsica nunca fue un obstáculo, pues desde temprana edad cultivó el dibujo, la música, el bordado (llegando a trabajar con pedrerÃa para el vestido de novia de su hermana), y hasta los deportes como el croquet y el patinaje, demostrando un brÃo que la acompañó hasta su lecho de muerte.
Si bien al inicio la joven Carmen Elena experimentó la rebeldÃa –llegando a preparar su maleta para abandonar la vida religiosa tras una corrección de su superiora–, aquel espÃritu se transformó en una férrea obediencia, un camino que ella escogió conscientemente para agradar a Dios, tal como lo recuerda la Madre Rosa MarÃa, Superiora General de su Congregación.
De este modo, se convirtió en la Madre Carmen que fundarÃa la Congregación Siervas de Jesús en 1965, preservando el Carisma que habÃa aprendido de las hermanas francesas.
Foto: Abraham Tovar
Milagros que abrieron la puerta a los altares
El camino a la santidad se consolidó con la validación de dos milagros extraordinarios, confirmando el poder de su intercesión. El primero, que permitió su beatificación, es la sanación instantánea e inexplicable en 2003 de la Dra. Trinette Durán Branger, quien padecÃa dolor crónico y atrofia severa en su brazo derecho debido a una descarga eléctrica.
Tras orar ante el retrato de la Madre Carmen en el Colegio Belén —una institución educativa fundada por ella en Los Palos Grandes y regalo de su cuñado, Diego Cisneros Bermúdez—, la doctora sintió un calor intenso y al despertar, se descubrió totalmente sanada, una recuperación que asombró a su propio médico.
El segundo milagro, crucial para su canonización, se mantuvo en secreto hasta hace poco y es el caso de una adolescente, identificada como Fabiola. La joven cayó en estado vegetativo y coma profundo en 2018 debido a una grave meningoencefalitis bacteriana, tras múltiples fallas en una válvula cerebral.
En un ambiente de desahucio médico, su madre y familia intensificaron las plegarias a la Madre Carmen, de cuya beatificación se habÃan enterado por televisión. La respuesta llegó el 19 de septiembre de 2018: la joven despertó súbitamente, pidió hablar con su abuela y, acto seguido, se devoró un plato de pasta con carne, a pesar de meses de alimentación por sonda.
Hoy, la joven lleva una vida plena en la universidad, un testimonio vivo de la misericordia divina obrada por la intercesión de la Madre.
Un legado de educación y fe profunda
Madre Carmen, que falleció el 09 de mayo de 1977, dejó un legado que va más allá de los milagros, enraizado en la educación.
Fue fundadora del Colegio Belén y recordada por sus hermanas y alumnas por su cercanÃa, bondad y, sorprendentemente, por su humor y alegrÃa. Su vida fue una prueba de que la oración profunda fue su fuente de fortaleza para sobrellevar las dificultades.