Así nació la tradición de los mercados navideños

Los mercados navideños son una de las tradiciones más conocidas de la temporada de Navidad en Europa. En ellos se pueden encontrar desde artesanías y adornos hasta delicias gastronómicas y bebidas calientes. 

Según cuentan los historiadores, los primeros mercados de Navidad se remontan específicamente a la Edad Media, cuando los territorios alemanes cubrían una amplia franja del continente europeo. Los datos refieren que algunos de estos bazares existentes en Alemania surgieron durante siglos XV y XVI.

Un ejemplo es el popular mercado navideño de Dresde (llamado Striezelmarkt), considerado como uno de los primeros de Alemania, que abrió sus puertas al público durante un día en la víspera de Navidad en el año 1434. En la actualidad, recibe a unos 2,5 millones de visitantes.

En Europa, este tipo de bazares se originaron como lugares de encuentro y abrigo durante el gélido invierno, donde se celebraban las fiestas medievales y se vendían productos locales. Con el pasar del tiempo, se convirtieron en un sitio para celebrar la Navidad. 

Pero este tipo de mercados no solo se encuentran en Alemania, ya que su tradición se extendió por el mundo. Austria, Francia, Polonia, Estados Unidos, Canadá o Japón también cuentan con dichos establecimientos, pero adaptados a las costumbres propias de su cultura en Navidad. 

La mayoría de los mercados navideños se instalan en calles, avenidas, plazas concurridas, parques o urbanizaciones a las que puede acceder más fácil el público local. En ellos se pueden encontrar comidas, postres, artículos, ropa y regalos alusivos a la Navidad. Además, muchos poseen un programa cultural con obras, bailes, nacimientos vivientes o espectáculos de fuegos artificiales para amenizar la noche. 

Por lo general, estos espacios son ideales para compartir en familia o seres queridos, reencontrarse con amigos y para sentir el espíritu navideño.