por: Inés Reyes
11/06/2018 | 5:30 pm
AP
Tras cumplirse una semana de la erupción que ha costado la vida, al menos, a 110 personas, sigue el peligro en el Volcán de Fuego.
Las autoridades guatemaltecas ordenaron nuevas evacuaciones preventivas debido un nuevo lahar, sedimentos candentes que a causa de las lluvias, bajaban el pasado sábado por algunas barrancas del flanco oeste del volcán.
No obstante, eso no impidió en que otra ladera, las más afectadas por la tragedia, familiares y voluntarios continuaran buscando a personas bajo las cenizas. Posteriormente, en la capital del país, en torno a un millar de guatemaltecos protestaron por la gestión oficial de la crisis.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), el lahar más fuerte que ha descendido este año; lo formaba material fino pastoso y bloques de 1 y 3 metros de diámetro que arrastraban troncos y ramas de árboles, lo cual, provocaba vibraciones a su paso.
Toda esa masa, fruto de los flujos piroclásticos acumulados de la erupción del pasado domingo, bajaba muy caliente, desprendiendo vapor y olor a azufre, y existía el peligro de desborde en algunos sectores de la parte baja del volcán, lo que bloquearía el acceso de vehículos.
Además, la crecida del río Pantaleón provocada por el lahar; motivó la evacuación preventiva de 72 personas de una comunidad de Santa Lucía Cotzumalguapa.
Eddy Sánchez, director INSIVUMEH, indicó que el riesgo del volcán no ha terminado aunque parece que su actividad disminuye.
Recordó que en la erupción anterior pasaron dos semanas y media para que volviera a la normalidad.