Científicos logran identificar el remanente de una supernova vista en 1987

Un grupo de científicos logró identificar el remanente de una supernova que había sido observada en 1987, gracias dos instrumentos del telescopio espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés) de la NASA.

La Supernova 1987 fue la primera que se pudo observar en el cielo con la ayuda de telescopios, lo que le permitió seguir el proceso desde el comienzo hasta el final, algo nunca antes realizado.

Asimismo, se observó una nube de gas aproximadamente cien veces más grande de lo que se pensaba que era la supernova original.

Cabe destacar que una teoría que ha recibido una gran popularidad es que la supernova 1987A es la luz emitida por una estrella de neutrones recién nacida.

En este sentido, se sabe que la supernova emitió chispas de neutrones en dirección a la Tierra, lo que se interpreta como un indicio de que la estrella podría estar compuesta de neutrones.

Asimismo, la Supernova 1987A ofreció evidencia del origen de un elemento relativamente raro, que se cree es fruto de la fusión de núcleos de hierro y carbono en el núcleo de una estrella antes de una supernova.

Finalmente, los investigadores afirman que el estudio permitió conocer que se trata de una supernova tipo II del tamaño de una estrella de 25 a 40 veces a la magnitud del Sol.