Estudio: Campo magnético de la Tierra cambió hace 42 mil años

Según un trabajo realizado por investigadores internacionales, un período de agitación que se produjo hace 42 mil años provocó que el campo magnético de la Tierra se invirtiera.

De igual forma, los expertos detallaron que, de acuerdo a una serie de análisis de radiocarbono, varios siglos de alteraciones climáticas, extinciones masivas e incluso cambios en el comportamiento humano, pueden estar directamente relacionados con esta modificación magnética.

Dicho fenómeno fue bautizado como «Evento Geomagnético de Transición Adams», en honor al escritor de ciencia ficción Douglas Adams, quien declaró que el número 42 era la respuesta definitiva a la vida, al Universo y a todo.

«Por primera vez, hemos podido datar con precisión el momento y los impactos ambientales del último cambio de polos magnéticos (…) Los hallazgos fueron posibles gracias a los antiguos árboles kauri de Nueva Zelanda, que se han conservado en los sedimentos durante más de 40 mil años», precisó el participante experto, Chris Turney.

Asimismo, los autores explicaron que este evento ocurrió cuando el campo magnético estaba en su punto más débil antes del evento Laschamp, el cual fue un fenómeno similar que se originó aproximadamente mil años después y que duró 800 años.

Inclusive, se determinó que durante el evento Adams, el campo magnético del Sol también se debilitó varias veces, puesto que también experimentó una inversión magnética como parte de su ciclo regular.

En este sentido, los especialistas indicaron que dicho debilitamiento de la corteza magnética habría provocado cambios sustanciales en el ozono atmosférico de la Tierra, con consecuencias dramáticas, como tormentas eléctricas y cambios climáticos en todo el mundo.

«La radiación no filtrada procedente del espacio desgarró las partículas de aire de la atmósfera terrestre, separando los electrones y emitiendo luz, un proceso llamado ionización (…) El aire ionizado ‘frió’ la capa de ozono, desencadenando una onda de cambio climático en todo el mundo», agregó Turney.

Este hecho coincide con variaciones climáticas y medioambientales de la época observados en varios registros de todo el planeta.

También se sincronizó con algunas de las obras de arte rupestre más antiguas de las que se tiene registro, lo que llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que el Evento Adams podría haber llevado a los seres humanos al interior de las cuevas.

«Este repentino cambio de comportamiento en partes muy diferentes del mundo es coherente con un aumento o cambio en el uso de las cuevas durante el Evento Adams, potencialmente como refugio contra el aumento de los rayos ultravioleta B, potencialmente a niveles dañinos, durante los mínimos grandsolares o las partículas energéticas solares, lo que también podría explicar un mayor uso de protectores solares de ocre rojo», explicaron los estudiados.

Finalmente, puntualizaron que el planeta está «al borde» de una nueva inversión geomagnética, lo que podría «alterar «seriamente» el mundo.

«Nuestra atmósfera ya está llena de carbono a niveles nunca vistos por la humanidad (…) Una inversión del polo magnético o un cambio extremo en la actividad del Sol serían aceleradores del cambio climático sin precedentes (…) Necesitamos urgentemente reducir las emisiones de carbono», concluyeron».