Los «robots ciempiés» serían la revolución del control de malezas

La agricultura moderna se enfrenta a un desafío constante: el control de malezas en cultivos complejos como arándanos, uvas y frutillas.

Tradicionalmente, esta tarea depende en gran medida del trabajo manual, lo que implica altos costos y dificultades para encontrar personal dispuesto a realizarla. Sin embargo, una innovadora solución robótica podría cambiar el panorama por completo.

Ground Control Robotics (GCR), una empresa spin-off de Georgia Tech, ha desarrollado robots gigantes con forma de ciempiés que prometen revolucionar esta labor, reduciendo así la dependencia de la mano de obra humana.

Lo que distingue a los robots de GCR es su diseño sin precedentes, que toma como inspiración la estructura modular y funcional de los ciempiés.

Estos «robofísicos», como los describe Dan Goldman, fundador de GCR y profesor en Georgia Tech, están compuestos por una cabeza equipada con sensores y múltiples segmentos conectados por cables. Cada segmento incorpora motores que impulsan las patas, confiriéndoles una movilidad superior en terrenos irregulares.

Asimismo, el sistema de movimiento de estos robots es notable por su simplicidad y eficacia. Funciona mediante patrones de elevación y descenso de sus patas, similar a la acción de nadar, lo que permite un desplazamiento continuo y eficiente en terrenos complejos.

Este ingenioso mecanismo elimina la necesidad de sistemas computacionales elaborados para su control, ya que los motores centrales dirigen las patas a través de cables laterales, logrando una flexibilidad estructural que facilita el desplazamiento autónomo entre obstáculos.

Cabe destacar que el deshierbe manual en plantaciones de arándanos, frutillas y uvas es notoriamente costoso y complicado debido a la extensión y complejidad de los cultivos. Esta situación ha llevado a los productores a buscar métodos alternativos y sostenibles, evitando el uso excesivo de pesticidas.