por: María Fernanda Pérez
26/05/2024 | 6:00 pm
El Español
En las profundidades del océano Pacífico, a unos 2 mil 550 kilómetros al este de las Islas Marianas, se esconde un lugar tan remoto y hostil como fascinante: la Fosa de las Marianas.
Con una profundidad máxima de 10 mil 994 metros en el Challenger Deep, este abismo marino ostenta el título de punto más profundo conocido de la Tierra, un lugar donde la presión es mil 100 veces mayor que en la superficie y la temperatura apenas alcanza los 4°C.
A pesar de las condiciones extremas, este misterioso lugar alberga una sorprendente diversidad de vida. Se han descubierto peces con aletas transparentes, camarones bioluminescentes, calamares gigantes y otras criaturas que han adaptado sus cuerpos y fisiología para sobrevivir en este entorno hostil.
Explorando el abismo
La Fosa de las Marianas ha sido objeto de fascinación y misterio durante siglos. El primer humano en llegar al fondo de la fosa fue el oceanógrafo Jacques Piccard en 1960, a bordo del batiscafo Trieste.
Desde entonces, solo un puñado de personas han tenido el privilegio de contemplar este mundo submarino desconocido.
En 2012, el cineasta James Cameron se convirtió en la primera persona en realizar un descenso en solitario al fondo de la Fosa de las Marianas a bordo del sumergible Deepsea Challenger. Su expedición permitió capturar imágenes inéditas y recopilar datos valiosos sobre este ecosistema único.
Este no solo es un lugar de belleza natural extrema, sino también un laboratorio natural invaluable para la investigación científica. Los científicos estudian este ecosistema para comprender mejor la geología de la Tierra, la evolución de la vida y los efectos del cambio climático en las profundidades marinas.
Las investigaciones allí han dado lugar a descubrimientos sorprendentes. Se han encontrado nuevas especies de organismos, algunos con características únicas que desafían nuestra comprensión de la vida.
También se han encontrado evidencias de actividad hidrotermal, donde el agua caliente y rica en minerales brota del fondo marino, creando oasis de vida en medio del abismo.
A pesar de los avances en la exploración, aún queda mucho por descubrir sobre este lugar fascinante. La tecnología actual limita nuestra capacidad para explorar las profundidades marinas, pero los esfuerzos de investigación continúan para desvelar los secretos que esconde este abismo.