por: Elena Velásquez
25/04/2023 | 6:30 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Muchos animales suelen parecer inofensivos, tiernos e incluso adorables, pero muchas veces su apariencia no define sus hábitos y comportamientos, los cuales pueden llegar a ser muy peligrosos para cualquier persona.
Hoy te mostramos cinco de esas especies que, aunque a simple vista no generan sospechas, pueden ser verdaderamente peligrosos.
Oso hormiguero
Si bien en lineas generales los osos hormigueros son animales tranquilos y pacíficos, cuando se sienten amenazados pueden llegar a ser sumamente agresivos.
Como parte de su mecanismo de defensa, esta especie suele erguirse en sus patas traseras para utilizar las garras que posee en las delanteras, con las cuales puede desgarrar carne e incluso perforar los órganos internos de sus atacantes.
Canguro
Aunque este animal oriundo de Australia inspira ternura, es muy hábil para pelear, capaz de lanzar golpes de una forma similar a la que emplean los boxeadores.
Asimismo, sus patas delanteras están provistas de garras filosas, las cuales pueden utilizar para desmembrar a sus oponentes.
Ranas de la familia Dendrobatidae
También conocidas como ranas punta de flecha o ranas venenosas de dardo, esta familia de anfibios endémica de Centroamérica y Sudamérica es una de las más llamativas y letales del mundo.
Si bien los dendrobátidos suelen medir menos de cinco centímetros, secretan un potente veneno que produce dolor, calambres y rigidez en la víctima, hasta que esta perece. Por eso, es importante saber que su variedad de colores brillantes, que pueden resultar hermosos a la vista, son una advertencia de lo peligrosos que son.
Glotón
A pesar de tener la apariencia de un adorable y esponjoso oso pequeño, estos mamíferos tienen una naturaleza agresiva y feroz que le permite matar animales mucho más grandes que ellos.
Suelen pesar unos 15 kilos y su dentadura está especialmente diseñada para rasgar la carne de sus presas.
Loris perezoso
Endémicos del continente asiático, estos primates de grandes ojos pueden parecer una especie inofensiva, pero lo cierto es que son sumamente venenosos.
En sus codos tienen unas glándulas que producen el veneno, con el cual podrían matar a una persona rápidamente; sin embargo, para utilizar esta sustancia, los primates lamen sus codos e incluso la esparcen por su cuerpo para que, en caso de ser atacado, el depredador muera al instante.