por: Edgar Pilca
01/07/2023 | 7:00 pm
La Vanguardia
A todos nos ha pasado que en algún momento de nuestra vida no contamos con el dinero suficiente para cubrir nuestros propósitos; por lo tanto, nos vemos en la obligación de acudir a herramientas financieras, como las casas de empeño, para salir de apuros.
Sin embargo, pocos saben que estos establecimientos son una forma de préstamos que ha existido desde hace años atrás.
Según cuenta la historia, las casas de empeño surgieron desde hace más de tres mil años en la antigua China, donde los agricultores mal pagados podían obtener un préstamo a corto plazo utilizando sus herramientas y equipos como garantía.
Años después, estos recintos fueron surgiendo en la Grecia temprana y el Imperio Romano como alternativa de financiamiento con tasas bajas de intereses para las personas de escasos recursos que necesitaban una urgencia puntual de dinero.
Para la Edad Media, las mayores dinastías con poder financiero tuvieron la capacidad de costear los gastos de varios estados y guerras, mientras que a cambio del servicio recibían joyas preciosas como promesa, incluso, se dice que los viajes de Cristóbal Colón fueron financiados mediante esta práctica.
Durante la Revolución Industrial, muchos se trasladaron a las ciudades y necesitaron dinero para poder establecerse en una nueva localidad. Para ellos, las casas de empeño se convirtieron su principal fuente de financiamiento para poder adquirir nuevos bienes.
Con el paso del tiempo, las casas de empeño fueron surgiendo en el mundo para que muchas personas que necesiten dinero con urgencia, puedan dar sus objetos de valor como garantía para acceder al préstamo.