por: Elena Velásquez
07/03/2022 | 6:00 pm
Pixabay - Imagen Referencial
La civilización maya es considerada una de las más ricas y desarrolladas de la América prehispánica. Distribuida en un territorio de más de 300 mil kilómetros cuadrados, entre lo que actualmente es la zona sur de México, Belice, Guatemala, el occidente de Honduras y El Salvador; esta cultura habitó el continente durante 18 siglos.
Conocida entre otras cosas por sus grandes avances arquitectónicos, matemáticos, astronómicos y escritos, todavía hoy es una gran fuente fuente de incógnitas; por ello, hoy te contamos cinco de los misterios que rodean la existencia de este pueblo desaparecido.
La arquitectura
El estilo de construcción maya es un aspecto que ha sorprendido a los arqueólogos desde el redescubrimiento de esta cultura ancestral.
La disposición de las construcciones halladas sugieren que los asentamientos cobraban vida desde un centro, hacia afuera. En este sentido, los mayas solían erigir sus templos y demás sitiales ceremoniales en el centro de las comunidades y, a partir de este punto, se construían zonas de viviendas, plazas, patios y otros lugares, que permanecían conectados por medio de calzadas.
Asimismo, se ha constatado que esta cultura no solo erigió pirámides, palacios, sino que además poseían sistemas hidráulicos, murallas defensivas y otros edificios que incluso eran decorados con pinturas. Sin embargo, todavía se desconoce que mecanismos y herramientas emplearon para estas construcciones, puesto que se cree que no contaban ni con ruedas ni con instrumentos de medición.
Calendario
Uno de los elementos más conocidos sobre los mayas es su calendario. Basado en el sistema vigesimal, este instrumento de medición del tiempo les permitió determinar con gran precisión los ciclos solares y lunares, eclipses y trayectorias de los planetas.
Sin embargo, se desconoce cómo pudieron idear este calendario, pues los expertos consideran que los cálculos matemáticos son insuficientes para predecir todos los eventos que sucedieron en la época, y menos con tal exactitud.
Sacrificios de sangre
La civilización maya dividía el mundo en tres dimensiones: una celestial, otra terrenal y el inframundo. Partiendo de ello, consideraban que, en la primera, se hallaban los dioses que poseían el poder suficiente para gobernar no solo al hombre sino también al cosmos.
Por ello, solían rendir culto a cada una de estas deidades, a las que se les entregaban ofrendas de todo tipo. Respecto a este punto, se cree que la mayor entrega era el «sacrificio de sangre», el cuál supuestamente consistiría en ofrecer la vida de un ser humano, a través de la decapitación o la extirpación del corazón.
No obstante, los indicios de estas posibles prácticas son tan insuficientes que los especialistas en el tema todavía no están plenamente seguros sobre la existencia de las mismas.
Su sistema de escritura
Otro de los grandes misterios entorno a los mayas es el desarrollo de su particular sistema de escritura, el cuál ha sido denominado «glífico» y que es considerado uno de los más complejos y avanzados de todo el continente americano.
Utilizando este sistema de escritura, los mayas crearon libros de registros llamados «códices», en los que relataban los pormenores de su historia, rituales y demás conocimientos del mundo. No obstante, aunque se cree que existían montones de estos libros, actualmente se conservan solo tres en Europa, puesto que el resto fueron destruidos durante la colonización para facilitar la evangelización de los indígenas.
Por ello, y en vista de que la capacidad de leer estos códices era un privilegio reservado a las élites, esta escritura se perdió en el tiempo y, aunque algunos expertos creen haber logrado descifrar algunas inscripciones, la cifra de glifos con significados desconocidos es superior.
Uso de conocimientos astronómicos
Si bien se ha comprobado que los observatorios mayas eran estructuras perfectamente alineadas para marcar los equinoccios y solsticios, y que durante su época fueron capaces de registrar y describir los movimientos de la Luna, el Sol y varios planetas; se desconoce el uso exacto que se le dio a estos conocimientos.
Hasta la fecha, los especialistas han considerado que este saber podría haberse empleado con fines adivinatorios y místicos, o con fines prácticos asociados a la agricultura y otras actividades humanas; pero no han podido llegar a una conclusión al respecto.