por: Elena Velásquez
10/01/2022 | 5:00 pm
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De acuerdo a diversos registros históricos, la letra «Ñ» apareció en la Edad Media cuando al mismo tiempo surgieron las lenguas latinas.
En aquel momento, apareció el término lingüístico denominado la «yod», que se refiere al sonido de las consonantes articuladas con el cuerpo de la lengua elevado contra el paladar duro que no existían en el latín común. Esto, derivó en la creación de nuevas grafías consonantes como la «ñ».
Por ello, en vista de la necesidad de representar gráficamente el nuevo sonido, los expertos recurrían a tres tipos transcripciones: la nn, la gn y la ni; de esta forma palabras como año, leño y España, se escribían respectivamente como anno, lignu e Hispania.
En vista de esto, se decidió añadir la virgulilla (rayita que va encima de la letra) con la intención de marcar el nuevo sonido y diferenciarla de la n; de este modo, en diversas inscripciones sobre las piedras de criptas e iglesias que datan de la época medieval, así como en manuscritos y otras superficies conservadas, se observan palabras escritas únicamente con ñ.
Actualmente, la Real Academia Española define esta grafía, cuyo nombre es eñe, como la decimoséptima letra del abecedario español, que representa un fonema consonántico de articulación nasal y palatal.