por: Jonás Rodríguez
14/04/2023 | 6:30 pm
Pixabay
Generalmente, se cree que la reacción inmediata del ser humano ante el miedo es cerrar los ojos, sin embargo, según estudios especializados, en situaciones de peligro estos en realidad se abren para detectar mejor la amenaza.
En este sentido, los expertos han indicado que cuando se activa dicho sistema de defensa, que es invariable en todas las personas, el campo visual y la sensibilidad ocular se amplían, razón por la cual los ojos se abren más de lo «normal».
No obstante, los estudiados detallaron que existen otras manifestaciones físicas de temor, tales como sudoración, angustia, aceleración de pulsaciones, etc.
De igual forma, los especialistas puntualizan que los ojos suelen responder también ante otras situaciones o emociones, por ejemplo durante la rabia o incluso, el enamoramiento.
Por otra parte, los investigadores se refirieron al placer o la ansiedad que sienten algunas personas por el miedo.
Según explicaron, ante cualquier situación de peligro, nuestro cuerpo activa respuestas relacionadas con el escape o la protección. A pesar de ello, también es probable que el individuo adopte impulsos de ataque.
Tales conductas, son desencadenadas por la adrenalina, una sustancia química liberada por el cerebro para actuar o responder en situaciones extremas.
Dicha hormona se activa en escenarios en los que nuestro cuerpo debe reaccionar a niveles más exigentes, incrementando así la frecuencia cardíaca del afectado, sobre todo en casos de defensa, ataque o huida.
Sin embargo, existen individuos que disfrutan las altas descargas de adrenalina, razón por la cual intentan realizar, de forma habitual, actividades que provoquen una subida desmedida del químico.
Finalmente, en cuanto a las personas que sienten angustia ante las situaciones de miedo, los científicos han precisado que las mismas pueden llegar a desarrollar fobias, hecho que podría limitar su vida normal.