por: Elena Velásquez
07/05/2022 | 7:00 pm
@eluniversocom
«Estás entrando en Puolanka, todavía estás a tiempo de dar la vuelta», versa un cartel amarillo que aparece en la vía hacia el pueblo de Finlandia que hizo del pesimismo su carta de presentación.
Este remoto caserío finlandés posee aproximadamente 2 mil 600 habitantes de los cuales, al menos el 37% superan los 64 años y otra parte de los más jóvenes desean migrar hacia las grandes ciudades; motivos por los que, según las estadísticas del Estado, será uno de los pueblos cuyas poblaciones decrecerán a niveles sumamente bajos en los próximos años.
Para 1980, la situación poblacional de Puolanka ya era desalentadora puesto que, para ese momento, la cantidad de habitantes del lugar ya se había reducido a la mitad; además de ello, su remota ubicación y las historias negativas que surgieron de las estadísticas realzaron el pesimismo como característica primordial de este sitio.
Sin embargo, este desaliento comunitario fue la fuente de inspiración para los fundadores de la «Asociación Pesimista de Puolanka» que, utilizando las redes sociales para subir videos llenos de pesimismo e ironía, lograron convertir ese sentimiento de desasosiego en la marca del pueblo y paralelamente, atraer turistas.
En este sentido, el activista y director de la asociación, Tommi Rajala, señala que muchas personas de Finlandia relacionan de manera inmediata la palabra «pesimista» con Puolanka, por lo que decidieron que, si debían «ser los peores», serían «los mejores peores» del país.
De esta manera, el pueblo ya ha organizado un programa llamado «noche pesimista», un festival del pesimismo y presentaciones musicales, en las que los vecinos aprovechan para saludarse con la frase: «Veo que sigues vivo»; al mismo tiempo que se han hecho virales en las redes, donde los videos humorísticos sobre la vida en Puolanka cuentan con miles de visualizaciones, comentarios y likes.