Descubre por qué a los insectos les atrae la luz artificial

A los insectos les «gusta» la luz artificial y esta atracción resulta en la mortalidad de muchas poblaciones de estos animales. El motivo detrás de esto es complejo y ha sido motivo de estudio durante años.

En primer lugar, es importante comprender que muchos insectos, especialmente los que vuelan de noche, utilizan la luz de la luna y las estrellas para orientarse. La luz artificial puede confundirlos, lo que les hace perder su rumbo. Además, usan la luz para encontrar alimento y para localizar a otros para aparearse.

A la mayoría parece interesarle la luz ultravioleta, que es una parte del espectro de la luz que no es visible para los seres humanos. Las lámparas fluorescentes y las luces LED emiten una gran cantidad de ella, lo que puede explicar por qué los atraen.

De acuerdo a otra teoría, los insectos son atraídos por la luz artificial porque esta es más brillante que la natural. Así, pueden confundirla con la salida del sol, lo que les hace pensar que es hora de volar hacia ella.

Repercusión para el ambiente

Esta atracción letal puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente y la salud humana. De hecho, los que se sienten atraídos por las luces pueden ser atacados por depredadores, lo que puede reducir la población de insectos en el área.

A su vez, puede ser un problema para la salud humana, ya que pueden portar enfermedades, y al acudir a las luces artificiales de los hogares, pueden aumentar el riesgo de transmisión en las personas que allí habitan.

Estudios al respecto

Un equipo de investigadores de Reino Unido, Estados Unidos y Costa Rica realizó un estudio que explicó a profundidad el motivo de este fenómeno mediante imágenes 3D de las trayectorias de los insectos.

«Descubrimos que, a distancias cortas, la mayoría de los insectos no vuelan directamente hacia una fuente de luz, sino ortogonalmente, en vuelos a unos 90 grados alrededor, de la fuente lumínica, lo que provoca que los insectos orbiten esta fuente de luz sin poder alejarse, incluso haciendo vuelos invertidos», expresó el informe. 

Igualmente, explicó que cuando vuelan por la noche, se topan con una luz artificial y esta pasa a ser su punto de referencia, que sustituye a la luna o a la penunbra solar. Allí es cuando se produce la equivocación, volando en órbitas más o menos regulares.

«Si se acercan demasiado a la luz y esta emite calor, acaban achicharrados. (…) En otras ocasiones, los insectos mueren cansados de dar vueltas sin ir a ninguna parte o son devorados por depredadores especializados como las salamanquesas», dijo.