por: Elena Velásquez
24/04/2023 | 6:30 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Aunque cada persona es libre para hacer lo que guste, siempre que no infrinja las leyes, muchas suelen compartir las mismas costumbres, comportamientos, actitudes y ¿por qué no? manías y obsesiones.
Uno de los grupos de personas que comparten similitudes entre sí, aún sin conocerse, son los lectores, y hoy te contamos seis de esas cosas que, usualmente, suelen hacer debido a su amor por libros.
Identificar los libros físicos
Una de las manías más comunes de los lectores es colocar su nombre en las primeras páginas de cada libro, dejando por escrito, su sentido de pertenencia. Asimismo, algunas personas suelen añadir la fecha en que los adquirieron, o quien se los pudo haber regalado.
Mover los labios al leer
Independientemente de la lectura en voz alta, algunas personas tienen la costumbre de mover los labios mientras sus ojos recorren cada palabra de un libro.
Algunos lectores van incluso más allá, imitando las expresiones de los personajes que forman parte de la historia o haciendo comentarios como si estos fueran personas reales.
Oler las páginas
Algunas personas sienten un irrefrenable deseo por oler las páginas de un libro una vez que lo abren, de hecho, una de las principales quejas de los lectores que prefiero los textos físicos en lugar de los formatos virtuales, es justamente, que no pueden olerlos.
Acumular libros sin leerlos
Eso de que adquirir libros y leerlos son dos hobbies totalmente diferentes se ha convertido en la frase por la que se rigen muchos lectores, quienes suelen acumular cientos de títulos prometiéndose leerlos, pero llegado el momento, lo que hacen es incrementar los libros a leer en lugar de comenzar con los que ya tenían antes.
Los japones llaman «Tsundoku» a esta práctica, cuya traducción literal es: «pila de lectura», y hace referencia al placer de acumular libros.
Leer varios libros paralelamente
Muchos lectores acostumbran a leer varios libros paralelamente, bien sea para terminarlos más rápido o por que han quedado enganchados de la trama de cada uno.
Sin embargo, no a todo el mundo le funciona esta costumbre al 100%, puesto que siempre hay la posibilidad de combinar los argumentos de cada historia, hasta terminar totalmente confundido.
Cuidar los libros al extremo
Una sola mancha, una pequeña rotura de una página o un mínimo doblez, puede significar un gran problema para algunos lectores, por lo que suelen cuidar sus textos al extremo, llegando al punto de envolverlos para evitar que se dañen y desestimando por completo la idea de prestarlos.