Desenterrando las raíces: El origen del disfraz de carnaval

¿Por qué nos disfrazamos en carnaval? Esta pregunta, que a muchos nos ha rondado por la cabeza en algún momento, esconde una historia fascinante que se remonta a diferentes culturas y tradiciones.

Según la Enciclopedia Británica, la festividad carnestolenda nació de un puñado de costumbres durante el antiguo Imperio Romano tras su cristianización.

Luego, la tradición se extendió por el mundo y hoy se celebra en muchos países como: Italia, España, Portugal, Francia, Alemania, Bolivia, Venezuela, Colombia y Brasil.

Aunque cada país tiene costumbres diferentes en torno a la celebración del carnaval, hay algo que los une en una sola bandera: el uso de disfraces. 

De acuerdo a un artículo de la Empresa Brasil de Comunicação (EBC), la costumbre de disfrazarse viene desde la antigua Grecia como en la antigua Roma, pues en varios de sus pueblos los ciudadanos utilizaban máscaras y disfraces en sus rituales religiosos y fiestas. 

Un ejemplo de ello era la Lupercales, una antigua fiesta en Roma donde se usaban prendas confeccionadas con pieles de animales sacrificados y simulaban una especie de «disfraz», que garantizaba la fertilidad a las mujeres que tocaban dichas prendas. 

Italia también fue pionera en el uso de disfraces durante Carnaval, ya que durante estas fiestas en la Edad Media los bailes de máscaras en la ciudad de Venecia permitían que ricos y pobres estuvieran en un mismo espacio enmascarados y disfrazados, pero divirtiéndose. 

En América Latina, esta costumbre llegó por los portugueses y españoles durante la colonización. Sin embargo, se volvieron más populares a partir del siglo XVIII con la influencia cultural de Ã�frica que trajeron los esclavos.