por: Edgar Pilca
17/03/2025 | 6:00 pm
Ron Lach en Pexels
La Generación Alfa, compuesta por aquellos nacidos aproximadamente entre 2010 y 2025, es la primera cohorte verdaderamente nativa digital, un grupo humano cuya existencia se entrelaza con la tecnología.
Desde sus primeros años, los integrantes de la misma crecieron inmersos en un mundo donde la tecnología es omnipresente, desde smartphones y tabletas hasta inteligencia artificial y realidad virtual. Esta exposición temprana y constante a la tecnología ha moldeado su percepción del mundo, transformando la manera en que interactúan, aprenden y se expresan.
Su naturaleza digital se manifiesta en una habilidad innata para navegar y comprender la tecnología, utilizándola con una fluidez que supera a generaciones anteriores.
La información y las conexiones globales fluyen hacia ellos desde una edad temprana, desdibujando las fronteras culturales y fomentando una mentalidad global diferente. El contenido visual y la interactividad son sus lenguajes preferidos, y su creatividad se desborda a través de herramientas digitales que les permiten expresarse de maneras innovadoras.
La inteligencia artificial, omnipresente en sus vidas, desde asistentes virtuales hasta algoritmos personalizados, les resulta tan natural como el aire que respiran. La educación y el aprendizaje se han transformado, adoptando plataformas en línea, aplicaciones educativas y realidad virtual, creando experiencias de aprendizaje más interactivas y personalizadas.
Sin embargo, este panorama digital también plantea desafíos para los padres de los integrantes de la Generación Alfa. La exposición temprana a las pantallas y las redes sociales les exige una atención cuidadosa a la salud mental y el bienestar, así como encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y las actividades al aire libre para que estos puedan desarrollar habilidades sociales y emocionales.