por: MarÃa Fernanda Pérez
20/02/2025 | 6:30 pm
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En el fascinante mundo de la robótica y la animación por computadora, existe un fenómeno que ha generado intriga y debate durante años: el Valle Inquietante.
Este concepto, revelado por el robotista japonés Masahiro Mori en 1970, describe la paradoja que surge cuando una réplica artificial, como un robot o una animación 3D, se acerca demasiado en apariencia y comportamiento a un ser humano real, provocando una sensación de rechazo en los observadores humanos.
Un robot con expresiones faciales perfectas, movimientos fluidos y una voz indistinguible de la humana podrÃa generar una sensación de empatÃa y familiaridad.
Sin embargo, al llegar a un cierto punto de similitud con un ser humano real, esta sensación se transforma en repugnancia, incomodidad e incluso miedo, pero ¿por qué es perturbador?
TeorÃa de la aversión a la anormalidad
Esta sugiere que el cerebro humano puede detectar y evitar cualquier cosa que se desvÃe de la norma, incluyendo las representaciones imperfectas de seres humanos.
TeorÃa de la falta de empatÃa
Por otro lado, esta teorÃa propone que cuando una réplica artificial es casi humana, pero no del todo, falla en desencadenar la respuesta empática natural que sentimos hacia los demás. Esta falta de empatÃa genera una sensación de incomodidad.
TeorÃa del miedo a lo desconocido
Sugiere que el Valle Inquietante nos perturba porque nos confronta con la posibilidad de que la lÃnea entre lo real y lo artificial se difumine. Esto podrÃa generar ansiedad sobre el futuro y la posibilidad de ser reemplazados por máquinas.
Algunos ejemplos: