por: Edgar Pilca
31/10/2024 | 7:30 pm
Foto de Олег Мороз en Unsplash
La imagen de una calabaza tallada con una mueca siniestra es, sin duda, el símbolo más icónico de Halloween. Pero, ¿por qué esta hortaliza se ha asociado con esta festividad? La respuesta nos lleva a una combinación de factores históricos, culturales y simbólicos.
Las raíces de Halloween se encuentran en las antiguas celebraciones celtas de Samhain, que marcaba el fin del verano y el comienzo del invierno.
Los celtas creían que en esta noche, la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía más delgada, permitiendo que los espíritus regresaran a la Tierra. Para protegerse de estos espíritus, los celtas encendían hogueras y usaban máscaras para disfrazar su apariencia y confundir a los espíritus malignos.
La tradición de tallar vegetales para ahuyentar a los espíritus se remonta a estos antiguos rituales. Los irlandeses, descendientes de los celtas, utilizaban nabos para crear faroles que representaban a los espíritus.
Cuando los inmigrantes irlandeses llegaron a Estados Unidos, descubrieron que las calabazas eran más abundantes y fáciles de tallar, por lo que adoptaron esta hortaliza como símbolo de Halloween.
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El Mito de Jack-o’-lantern
La leyenda de Jack-o’-lantern, un granjero irlandés que engañó al diablo, también se asoció con esta tradición.
Según la historia, Jack no pudo entrar al cielo ni al infierno, por lo que el diablo le dio un carbón encendido para iluminar su camino eterno. Jack lo colocó dentro de un nabo hueco, creando así la primera linterna de Halloween.
Además de su papel en las leyendas y tradiciones, la calabaza tiene un significado simbólico profundo. La que se vacía por dentro, representa el ciclo de la vida y la muerte; mientras que en algunas culturas, la calabaza se asocia con la fertilidad y la abundancia, simbolizando la cosecha y la prosperidad.