por: Yorman Sarmiento
07/02/2023 | 6:30 pm
Nathional Geographic
En las profundidades marinas de la costa de Noli, un pueblo pequeño de la región de Liguria en Italia noroccidental, se halla “El Jardín de Nemo”, una biosfera semejante a una huerta, pero submarina y de tipo surrealista.
Dicha biosfera, que se encuentra a una distancia suficiente como para realizar incursiones fáciles y periódicas, poseen una profundidad que va desde los seis hasta los 12 metros, por lo que las plantas aprovechan las fuentes de luz necesaria para su desarrollo.
Para llegar a este lugar, se debe recorrer al menos una hora en coche desde Génova, para después observar desde la costa nueve burbujas de plástico transparentes que parecen flotar bajo el agua con aire que queda atrapado, del que se desprende aroma de hierbas.
La idea de este proyecto le pertenece a Sergio Gamberini, director general de Ocean Reef, una empresa italo-estadounidense que fabrica principalmente equipos de buceo, quien aprovechó también sus conocimientos en jardinería para concretar la idea.
En este sentido, Gamberini señaló que estas biosferas sumergidas son cúpulas de plástico que se equipan con material hidropónico, semillas de plantas y varios ventiladores que permiten la circulación del aire.
“Cada cúpula es como una estación espacial en miniatura”, comentó.
El objetivo de Gamberini es ofrecer ayuda a las naciones costeras áridas, con la intención de que puedan cultivar más alimentos sin tener la necesidad de desalinizar el agua para las siembras, debido a lo costoso que puede ser.
Cabe destacar que la innovación en producción de plantas comestibles de esta forma, despertó la curiosidad del fotógrafo, Luca Locatelli, quien visitó el lugar durante 2021 para explorar las biosferas y hasta probó algunos de los cultivos que se desarrollaron en las cápsulas.