por: María Fernanda Pérez
20/06/2025 | 8:30 pm
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En un país conocido por su precisión y compromiso con el bienestar de sus ciudadanos, Suiza extiende este mismo nivel de consideración a sus habitantes más pequeños y peludos.
Desde 2008, una ley peculiar pero con un profundo propósito ha estado en vigor en la nación alpina: la prohibición de tener una sola cobaya como mascota. Esta normativa, integrada en la Ordenanza de Protección Animal, refleja el entendimiento de las autoridades suizas sobre la intrincada vida social de estos roedores.
La legislación se basa en la naturaleza intrínsecamente social de las cobayas (Cavia porcellus). A diferencia de otras mascotas que pueden prosperar solas, estos pequeños mamíferos son animales de manada que dependen vitalmente de la interacción con otros de su especie para su bienestar físico y psicológico. La soledad, para una cobaya, puede conducir a estrés, depresión y una vida empobrecida.
«Las cobayas son seres sociales por naturaleza. Privarlas de la compañía de otros de su especie es ir en contra de sus necesidades fundamentales. La ley suiza reconoce esta necesidad y busca asegurar que las cobayas puedan expresar sus comportamientos naturales y vivir una vida plena», explica el Dr. Markus Steiner, un veterinario especializado en pequeños animales en Zúrich.
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La Ordenanza de Protección Animal suiza es una de las más progresistas del mundo, cubriendo una amplia gama de especies y abordando aspectos como el tamaño de las jaulas, la alimentación adecuada y el enriquecimiento ambiental. La disposición sobre las cobayas es un ejemplo notable de cómo la legislación puede reflejar una comprensión profunda de la etología animal.
Para los amantes de las cobayas en Suiza, esto significa que la adopción o compra debe ser siempre de al menos dos ejemplares.
Aquellos que ya poseían una sola cobaya antes de la entrada en vigor de la ley no fueron obligados a adquirir otra de inmediato, pero se les anima a hacerlo o a asegurar que su mascota reciba una estimulación social adecuada, aunque esto sea difícil de lograr sin la compañía de otro roedor.
En algunos casos, se han establecido servicios de «alquiler de cobayas» para proporcionar compañía temporal a animales que han perdido a su pareja.
Si bien la ley puede parecer inusual para quienes no están familiarizados con el comportamiento de las cobayas, es un testimonio del compromiso suizo con el trato ético de los animales.