por: Elena Velásquez
04/08/2025 | 8:30 pm
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En todo el mundo existen competencias curiosas y, una de ella, es el European TramDriver Championship (Tram-EM), cuyo nombre se traduce al español como «Campeonato europeo de conductores de tranvía».
Esta extraña competencia celebró su primera edición en 2012 y, desde entonces, se realiza anualmente no solo para medir la destreza de conducción de los participantes, sino también para celebrar fechas importantes para las agencias de transporte que las han realizado. Justamente, la primera vez se hizo con motivo del 140.º aniversario de la red de tranvías de Dresde (Alemania).
De acuerdo con los organizadores del Tram-EM la competencia no mide la velocidad de manejo de los conductores de tranvía, pero sí mide «quién tiene la mayor precisión y control sobre estos gigantes de acero»; motivo por el que las acciones a realizar en cada ronda pueden ir desde «detenerse en un objetivo, frenado de emergencia, medir la distancia lateral en una curva, detenerse exactamente en una parada de tranvía, estimación de velocidad con un velocímetro oculto o conducción precisa al pasar una barrera».
Sin embargo, no queda allí porque hay otras actividades habituales en el programa que se ha hecho viral en las redes sociales: el «billar de tranvía» y los «bolos de tranvía» que, tal como lo apunta sus nombres, consisten en dos pruebas en las que cada conductor deberá hacer que su tranvía funcione como un palo de billar o una bola de boliche para empujar una gran pelota inflable o, en todo caso, una serie de bolos inflables enormes.
Con los años, tanto el número de seguidores de la competencia, como número de participantes, ha ido in crescendo y, en la última edición, que tuvo lugar en 2024, en Fráncfort del Meno (Alemania), participaron un total de 26 equipos de dos integrantes, siendo el más destacado el de Budapest, Hungría, que se quedó con el título de campeón.