¿Sabías que existen unas «piedras vivas» llamadas «Trovants»?

Si hablamos de objetos inanimados o seres no vivos, las rocas son la primera opción en la lista, pero ¿sabías que existen unas «piedras vivas» llamadas «Trovants»?

Así como lo lees.

Halladas principalmente en el pueblo de Costeşti, en Rumanía, las trovants son unas formaciones rocosas que han causado gran curiosidad entre locales, turistas y científicos, por su continuo crecimiento y los hallazgos de «desplazamientos» o «movimientos» de las mismas.

Estas gigantes rocas, que también han sido encontradas en zonas de Chequia, Kazajistán y Rusia, son tan especiales que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a sus extrañas particularidades, pero ¿a qué se debe esta aparente «vida»?

De acuerdo a la ciencia, las trovants están compuestas por un «núcleo» de roca dura, recubierto por arena muy porosa y arenisca que se ha adherido al mismo gracias a la acción de «agua con grandes cantidades de carbonato de calcio». Al respecto de esto, los expertos señalan que el incremento de tamaño de estas piedras es similar al de la mayoría de las plantas terrestres: la lluvia las ha hecho crecer.

De hecho, al analizar microscópicamente la estructura de estas formaciones, los expertos descubrieron que es muy parecida a los anillos presentes en los árboles y según se ha podido estimar, se han estado formando durante unos seis millonesde años, creciendo un aproximado de cuatro o cinco centímetros cada mil años.

Aunque pueda párecer surrealista, se ha descubierto que después de cada precipitación, los compuestos químicos presentes en estas rocas se unen a los minerales acuáticos y producen una reacción en el interior de las mismas; a su vez, este proceso genera una «presión», que es finalmente la que hace que crezcan y «surjan protuberancias de formas irregulares» en las trovants.

El «movimiento» de estas piedras es una poco más fácil de explicar: todo se debe a la gravedad. Debido a su «crecimiento irregular», el peso puede cambiar en ciertas partes de la estructura, lo que eventualmente iría inclinandola hacia uno de sus lados hasta que finalmente terminen cayendo y, por tanto, modifiquen su ubicación previa.