por: Elena Velásquez
21/10/2024 | 7:30 pm
Reuters
El mundo está lleno de locaciones con historias peculiares, pero en la frontera de Bélgica y Países Bajos existe una ciudad cuya historia es más que curiosa: Baarle, una pequeña localidad que ambos países comparten porque sus límites territoriales son verdaderamente intrincados.
Y es que en Baarle las fronteras son tan complicadas que dan un nuevo significado a la palabra «compartir» y lo que ello implica porque, la cuando se trata de «compartir sitios», la mayoría de nosotros solemos pensar en algún tipo de convivencia con otras personas; por ejemplo, que varios individuos habiten la misma casa, o lo que sucede en los lugares de trabajos donde compartimos con otros humanos, e incluso cuando se piensa en compartir nuestra cama con una pareja.
Sin embargo, en este lugar, incluso una casa, una oficina o hasta un baño, pueden estar «compartidos» en dos países, porque la mitad de estos espacios puede encontrarse en lo que se considera suelo belga, mientras que el resto estaría en la parte que se considera territorio neerlandés.
Fronteras de Baarle – Pixabay/Imagen Referencial
A propósito de esto, es importante tener en cuenta que esta localidad funciona como dos ciudades diferentes. Del lado belga, este poblado que también es municipio, recibe el nombre de Baarle-Hertog; mientras que, del lado neerlandés, recibe el nombre de Baarle-Nassau y es un municipio-pueblo perteneciente a la provincia de Brabante Septentrional.
De acuerdo a los locales, esta extraña división territorial se remonta a la Edad Media, cuando varias familias aristocráticas de la época habitaban en zona, pues según los relatos, la parte de «Baarle-Hertog pertenecía al duque de Brabante, mientras que Baarle-Nassau pertenecía a la dinastía Nassau».
Sin embargo, para 1831 Bélgica declaró su independencia y, en 1995, se trazaron las fronteras definitivas, lo cual terminó por «consolidar» las complejas delimitaciones.
Hoy por hoy, Baarle cuenta con trazados visibles que definen las fronteras entre ambos países, específicamente, cuenta con una línea marcada con símbolos de suma (+) y las letras «NL» para marcar el territorio neerlandés y la letra «B» para el terreno belga.
Asimismo, cuenta con «dos sistemas de gobierno diferentes, dos servicios postales diferentes, sistemas de transporte diferentes y hasta dos sistemas de educación diferentes».