por: Yesimar Gerdler
17/01/2023 | 6:30 pm
Pixabay
Los cocodrilos pertenecen a la familia de los saurópsidos arcosaurios y son grandes reptiles semiacuáticos localizados mayormente en las zonas tropicales de África, Asia, América y Australia.
Aparecieron por primera vez durante el Eoceno, hace unos 55 millones de años, y, aunque el grupo incluye a 14 especies actuales, el término también se puede usar de manera más flexible para incluir todos los miembros existentes de la orden Crocodilia; es decir, los verdaderos cocodrilos, los aligatores y caimanes (familia Alligatoridae) y los gaviales (familia Gavialidae), así como los Crocodylomorpha, que incluye a los parientes y antepasados extintos de los cocodrilos actuales.
Su dieta incluye principalmente vertebrados (peces, reptiles y mamíferos), y algunas veces de invertebrados (moluscos y crustáceos), según la especie.
Sin embargo, existe un dato curioso sobre estas feroces criaturas que quizás no conozcas: también comen piedras.
¿Pero por qué lo hacen?
Pese a que los expertos aún no saben exactamente el motivo, existen varias teorías.
Una de las más aceptadas es que las rocas les ayudan a la digestión de la comida, porque aplastan y muelen los alimentos que ingieren. Recordemos que, usualmente, consumen presas enteras o especies con conchas y huesos duros.
Otros especialistas tienen la idea que las piedras los hacen sentirse satisfechos, es decir, a estar más saciados con la comida y no necesitar cazar con tanta frecuencia, lo que les evitaría gastar energía.
Sin embargo, otros expertos creen que las piedras les permiten sumergirse más profundo y estar más tiempo en el agua. A pesar de que suelen estar con las fosas nasales y los ojos sobre la superficie, el estómago lleno sería de ayuda para sumergirse por completo.
No obstante, el paleontólogo Don Henderson desarrolló una investigación que cuestiona esta teoría al revelar que el estómago del cocodrilo provoca un efecto de flotabilidad del 2% de su masa corporal, en lugar del 6% que se creía anteriormente.
Es decir, que en realidad, sus pulmones llenos o vacíos tienen mayor efecto en su flotabilidad, lo que significa, que si un cocodrilo quisiera mejorar su flotabilidad a base de piedras, tendría que comer una cantidad excesivamente ingente, así que este no parece el motivo de esta práctica.