por: Yesimar Gerdler
04/07/2021 | 4:00 pm
Los colores ya marcan nuestra vida desde los primeros comienzos, incluso antes de conocer el embarazo el futuro bebé aparece socialmente dividido en dos únicas tonalidades según su sexo biológico.
Rosa para niñas y azul para varones. Esta es una idea tan asumida que la mayoría de las personas lo entendemos como algo innato.
Sin embargo, ¿nacemos con un gusto por los colores predeterminado?
Todos tenemos hijas, sobrinas, primas o nietas; y vemos que desde bien pequeñas el rosa parece ser su color favorito. En el caso de los niños el azul es el que predomina, sin hacerle asco a verdes, rojos o naranjas.
Pero si indagamos un poco en la historia descubrimos que el rosa no siempre fue un color de niñas y el azul de niños; durante mucho tiempo los colores estuvieron invertidos.
Si nos remontamos al siglo XIX, vemos que normalmente se solía vestir a los pequeños con blanco, o incluso negro, y se utilizaban materiales más pesados como el terciopelo.
Es a partir de inicios del siglo XX que se empiezan a usar colores diferentes para la vestimenta de los niños, dependiendo de su género.
No obstante, se usaban invertidos a como se utilizan en la actualidad. Esto se debe a que el rosa es un derivado del color rojo, asociado con la valentía y la fuerza, por lo tanto, el rosado se utilizaba para los bebés varones.
El azul, por el contrario, es un color más delicado asociado a la pureza, la delicadeza y lo virginal, por lo que se asociaba a las niñas.
El mejor ejemplo de esto lo encontramos en la Madre de Dios. El manto de la Virgen María casi siempre es azul. Nunca lo vemos de color rosado.
Las cosas cambiaron durante los años de la Primera Guerra Mundial, los soldados de la marina comenzaron a usar chaquetas azul marino, aunque la mayoría de los uniformes seguían siendo en tonalidades marrones, caquis o grises; es este momento en el que, tras la guerra, comienza a vestirse, aún tímidamente, a los niños varones con ese color azul.
Es hasta los años 80 que la publicidad, los fabricantes y la sociedad cambia radicalmente en su categorización de estos colores por géneros, también es este momento en el que se comienza a usar las tonalidades más suaves en la ropa infantil, tendiendo a utilizarse tonos pastel, y cuando se empiezan a comercializar, a grandes niveles, los juguetes diferenciados por sexos y colores.
En resumen, las diferencias de colores por géneros es una tendencia relativamente moderna que parece estar pasando a la historia.
Cada vez es más frecuente encontrar niñas teniendo el azul como color favorito y chicos vistiendo camisas, o incluso pantalones, de color rosado.