por: Redacción
25/07/2016 | 10:41 am
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Laura tuvo muchos pretendientes, pero ninguno tan constante como Adolfo Peña. La amistad entre los dos comenzó cuando eran adolescentes, pero con el tiempo, el amor de Adolfo hacia Laura aumentaba. Una noche él decidió confesárselo, a lo que Laura conmovida le contesto lo que le contestaría muchas veces más, que su existencia ya tenía un destino y ese destino estaba con Dios. Durante 25 años él fue insistente, sin embargo Laura sólo le ofreció su amistad.